Cambiando los conciertos por un poco de porno
No sólo de pan vive el hombre, dice el dicho, y yo os puedo asegurar que los amantes del rock tampoco lo hacen de la música, y también necesitan otra clase de diversiones. No creo que sea necesario deciros lo que hay montada en Cataluña, así que es mal momento para andar buscando conciertos en vivo ni nada que se le parezca; así, mis colegas y yo hemos tenido que buscar estos días otras distracciones, y en cuanto uno de ellos descubrió una web porno conocida, supimos que era el momento de aficionarnos a los videos porno, de nuevo.
No me malinterpretéis: hemos sido aficionados al porno desde siempre, como cualquier chico de nuestra edad, o no tan chicos, que eso apetece a todas las edades. Pero parece que nuestra pasión por la música rock nos ha tirado bastante durante mucho tiempo, y claro, no se puede estar concentrado en tantas cosas a la vez. Hemos preferido visitar locales, escuchar conciertos, seguir a nuestros grupos preferidos, incluso presentarnos como público a programas de la tele para poder ver a nuestros ídolos de cerca, antes que andar pegados a la pantalla de un ordenador viendo tías follando.
Seguramente sólo los muy aficionados a la música o a cualquier otro arte sean capaces de entendernos, pero cuidado, que eso no quiere decir que ver tías buenas teniendo sexo no nos interese. Todos nos interesamos por la pornografía como cualquier hijo de vecino, y teníamos nuestra colección de revistas y fotos guarras escondidas para que no las pillaran nuestras madres (seguro que mucho os identificáis con esto); luego, la revolución de internet trajo el porno online, más cercano, abundante y con la ventaja de que nadie podía pillártelo, a menos que estuviera muy interesado en el historial de navegación, y creedme, siempre había alguien. Pero eso no hacía que fuera menos atractivo, de hecho fue entonces cuando empezaron las primeras adicciones, y es que hay gente realmente enganchada a esto, tanto que ha tenido que ser tratada por ello.
Pero la verdadera cuestión es que uno puede tener muchas aficiones, sin tener que dejar de lado a las demás. La música es algo muy bueno para engancharse, pero también los videos porno, si como todo se hace en su justa medida. Y avergonzarse de ello es tan estúpido como inútil, así que mejor admitir las debilidades, y sobre todo, disfrutarlas mucho.